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Un liposoma , o la Tecnología Liposomal es una pequeñas estructura de aproximadamente 170 nanómetros, compuesta por fosfolípidos y grasas (colesterol), estas son creadas mediante tecnología artificial y son muy similares a las vesículas celulares.
La creación e investigación de estas estructuras se remonta al año 1960, sin embargo su efectividad y estabilidad se ha logrado hasta estos últimos años, su creación conlleva una gran ventaja, puesto que los liposomas fungen como transportadores de sustancias estables frente a ciertos compuestos en los procesos de encapsulación, además en la industria farmacéutica los liposomas confieren una reducción en la toxicidad de ciertos fármacos, otorgando una mejor absorción. Ya que los liposomas no son agentes tóxicos sino que son biocompatibles y biodegradables en el cuerpo humano.
Actualmente se considera que los liposomas son estructuras de alta tecnología ya que proporcionan una serie de aplicaciones tanto farmacéuticas como industriales.
Los liposomas son compatibles con la dermis ( la piel), son capaces de administrar componentes cosméticos a través de la piel, hasta un nivel celular. Estos componentes pueden ir desde humectantes y cremas, hasta antibióticos.
Principalmente se utiliza en la industria alimenticia ya que los liposomas pueden ayudar en los procesos de degradación de ciertas sustancias. Su tamaño tan pequeño los ayudan a alcanzar niveles de dispersión mucho mayores que otros tipos de encapsulación.
Dentro de la medicina en el ambiente farmacológico los liposomas son una tecnología sumamente útil. A través de ellos puede llevarse a cabo la administración de ciertos medicamentos de manera más eficiente, dirigiendo los compuestos de manera más específica.
En el tratamiento del cáncer son una solución sumamente efectiva ya que al ser estructuras tan pequeñas y de alta estabilidad son capaces de dirigirse a los tumores. Otra de sus aplicaciones es la terapia génica.
Los liposomas son sustancias versátiles que se pueden utilizar en diversas áreas, tal es el caso del área agrícola, química, textil o veterinaria. También pueden utilizarse como sustancias pesticidas o para la biorremediación como en el tratamiento de aguas.
Los liposomas convencionales, también llamados como tecnología convencional son la primera generación de estas estructuras de 20 a 50 nm con una composición principalmente de fosfolípidos, esfingomielina y fosfatidilcolina. Estos tipos de formulaciones representan un reto ya que carecen de estabilidad en el plasma y una vida media, generalmente corta, además de que presentaban una ligera toxicidad y rápida eliminación por circulación.
Aquí los liposomas son pequeñas estructuras compuestas de fosfolípidos, con un núcleo acuoso cubierto por una o dos capas de fosfolípidos y que tienen un alto grado de biocompatibilidad, además de que existen diversas formas en los cuales pueden estructurarse los liposomas.
Una de sus características más importantes es que estos son bifásicos, es decir, que tienen la capacidad de actuar en base a fármacos de naturaleza hidrófila y lipófila, es decir, con naturaleza afín tanto por el agua, como por grasas (lípidos).
Para lo que dependiendo de cada uno de estos tipos de fármacos los liposomas, tienen diferentes propiedades tanto para el atrapamiento de sustancias, como para su liberación.
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